viernes, 29 de septiembre de 2017

Hablando de... - [7] Jojo y el estilo

INTRODUCCIÓN
Jojo's Bizarre Adventure, Jojo a partir de ahora para abreviar, es una saga escrita por Hirohiro Araki y que cuenta las aventuras y desventuras de la familia Joestar a lo largo de su árbol genealógico. Así cada parte, de las 6 primeras que son de la que voy a hablar, están interpretados por un elenco de personajes distintos donde lo único constante es el apellido de la familia y, en algunos casos, un personaje secundario que reaparece durante un breve periodo de tiempo.

Al principio iba a hablar de varios aspectos que se repetían a lo largo de las sagas y como había ido cambiando el enfoque, pero al final se me ha quedado en una pseudo-reseña del universo original de Jojo, no tienen estructura lógica y hablo más de las cosas que me parecen relevantes que de sus pros y contras.

Bueno, como es obvio por el título voy a hablar del argumento de las 6 primeras partes, así como de las muertes sucedidas para ilustrar bien la opinión por lo que spoilers de la parte 1 y 2, el resto no tienen lo que se podría llamar spoiler como tal pero si que hago menciones a la trama pero muy de pasada por lo que creo que no molestará a nadie, a no ser que seas muy pijo como es mi caso.


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El contexto de los 80
Una de las primeras cosas a tener en cuenta a la hora de leer Jojo es que nació como una serie para homenajear las antiguas series de hostias donde la más representativa hasta esas fechas había sido Hokuto no Ken (El puño de la estrella del norte). Es por eso por lo que sus diálogos son muchas veces repetidos, así como ese estilo de explicar absolutamente todo en medio de la acción. Esto lo comento sobre todo porque a la hora de analizar una obra hay que tener en cuenta tanto su periodo de creación como lo que se quiere hacer con ella, pues en un manga actual esta forma de narrar habría penalizado pero debido al contexto de Jojo se le permite cierta licencia en este aspecto.

Durante las numerosas sagas de Jojo la obra ha cambiado en gran medida, empezando como una obra de venganza, a un viaje para enfrentarse al malo final, pasando por los recuentos de la vida, un viaje para salvar a una joven de la mafia italiana y culminando con la escapada de una cárcel. Y esto es muy bueno pues hace que la obra no se estanque pues abarca varias tramas cortas que hace que sea todo más ameno, aparte que, de vez en cuando, cambia el género de la obra de forma radical.



Parte 1: La sangre que creó una leyenda
Hay que admitirlo esta saga es floja en comparación con el resto de la obra pero es lo que tiene, crea una genial base en la que sustentar la posterior expansión de su universo.

Tiene de todo: un personaje protagonista que un noble caballero, el hermanastro que quiera la venganza de la familia, la chica que es la discordia entre ambos, el odio que nace del protagonista por querer vengarse por haber matado a su padre.
Todo esto cimienta el universo de Jojo, le da cuerpo; pero solo con músculo no se gana una guerra, hace falta estrategia.



Parte 2: Batalla por la mejora de la fórmula
Cualquier persona que se haya leído esta parte de seguido (o no tan seguido) con la anterior se dará cuenta que ambas siguen una misma estructura. Tenemos un malo maloso con poderes dados por algo místico, el enfrentamiento previo, la muerte del mejor amigo y la subsiguiente mejora dada por el alma del condenado.

Battle Tendency es el refinamiento absoluto de la idea de Jojo. La idea de las batallas absurdas, de las poses inexplicables, de los momentos incómodos pero graciosos, de las escapadas de los protagonistas que rompen con la narrativa pero que aun así te gustan porque todo esta embadurnado de ese aire de “aquí puede pasar lo que sea” que, cuando algo se escapa a las ideas preconcebidas, lo damos por válido.



Parte 3: La arena que ahogó la obra
La más famosa de todas las partes, la que más memes genera y la parte que, para mí, casi hace naufragar a una franquicia con un enorme recorrido.
No han sido pocas las veces que he abandonado Jojo en esta parte, por suerte menos que mi empeño en recobrarla, pero eso no quita que sea una travesía tortuosa.








En esta se explota el potencial meméstico de la obra con situaciones cada vez más absurdas, con giros cada vez más inesperados, con personajes cada vez más locos, pero lo hace mal.
Esta saga está impregnada de un aire de tragedia, la búsqueda de Dio es por y para salvar a Holy Kujo, no puedes entender lo que supone la pérdida para Jotaro si este no muestra sentimientos. La historia se empeña en verse absurda pero no muestra a los cinco protagonistas haciendo humor entre ellos, lo hace a costa de ellos, en definitiva, no los humaniza. No humanizarlos supone que se toman las situaciones de forma seria, aunque la narrativa y el mundo se empeñen en gritar que todo lo que hacen es ridículo, como sí pasa en las dos primeras parte.
Los personajes tiran por lo trágico, el mundo por lo absurdo y el lector en medio de este tinglado pierde la suspensión de la incredulidad y ve como la saga se vuelve un disparate.

A todo esto se le une la manida forma de «el monstruo de la semana». Cuando se publicó (principios de los 90s) no era un formato tan gastado, aunque si llevaba viéndose cerca de 20 años, pero eso no quita que este planteamiento supongo un cambio constante de ritmo: ahora acción trepidante, ahora pausa y momento absurdo-gracioso que al final es un despropósito; todo esto 2 o 3 veces, por ca-pí-tu-lo.
Es insostenible y hace que sea la parte más cargante, sosa y sin pizca de sentimiento de todas.



Parte 4: Un inquebrantable costumbrismo
Por si una saga con el formato de «el monstruo de la semana» no era suficiente tenemos otra, pero esta vez bien hecha.

Es sorprendente la versatilidad de Araki. No solo por la multitud de estilo que maneja si no porque los personajes de esta parte son los mejor construidos hasta la fecha.
Dio será todo lo que quieras, el villano icónico, el representante de la serie por antonomasia, si te dicen que pienses en un enemigo te viene él a la cabeza, pero al lado de Yoshikage Kira, no vale nada. Kira no solo es inteligente y hábil, sino que Akari tiene unos magníficos capítulos de presentación suyos, donde los protagonistas hacen sus cosas de chavales pero se deja entrever que hay algo pasando en Morio. No solo eso, en un giro de los acontecimientos, en un enfrentamiento que no se debería haber llevado acabo hasta casi el final de la saga, Araki nos hace una retrospectiva de este magnífico villano. Lo vemos en su vida diaria, le conocemos como persona, llegamos a incluso quererle pese a las barbaridades que comete y esto es lo maravilloso, que pese a todo nos han humanizado a un personaje lo suficiente como para ser recordado pero no en demasía como para reducir al absurdo a una persona que masacra sin piedad.

Esta saga no se libra de los altibajos, es el precio a pagar por usar un género tan poco apasionante como el de recuentos de la vida. Pese a todo, pese a ser formulaico, pese a que tenga los primeros 5 tomos de presentación, a veces excesivamente tediosa, es capaz de manejar la acción a varios niveles y con puntos de vista distintos (algo que no se había visto en esta obra hasta el momento).
Sí, hay enemigos completamente prescindibles, como el chico del piedra-papel-tijera o el pavo de la torre eléctrica, pero por cada uno de ellos hay 6 secundarios con personalidad desbordante, que siguen muchos tropos pero Araki sabe manejarlos muy bien y les da una gran consistencia para lo poco que aparecen algunos en escena.



Parte 5: No es oro todo lo que reluce
Y tras increíble saga anterior llegamos a Vento, que tiene tantos detractores como fanáticos y yo, parcialmente, forma parte de los segundos.
Los amigos que conozco de toda la vida y se lo han leído les ha parecido una saga simplemente decente, siendo la cuarte para ellos casi la excelencia; en internet ya son más reacios, es una parte que la quieren mucho porque hay muchos husbandos pero por el resto es más bien mediocre.
Y yo, pues me encuentro en medio, me encanta esta parte pese a sus innumerables defectos y creo que eso también está bien, ser capaz de decir que te gusta algo pero no defenderlo a capa y espada pues sabes que tiene taras.

El principal problema de esta saga es su protagonista, Giorno, que es el jojo con menos personalidad que veremos en la franquicia, incluso que Josuke y eso ya es decir. Giorno es el protagonista porque Araki así lo ha decidido pero no tiene ninguna de las características típicas: no tiene un carisma desbordante, ni sale de las situaciones debido a su ingenio sino que su stand todo lo puede
Todo lo anteriormente mencionado se representa mejor en Buccellati. No solo es el que dirige al grupo sino que además en un principio tiene un stand muy limitado y es capaz de usar las pocas herramientas que tiene a su favor: el triunfo de la estrategia sobre la fuerza bruta, no como en casi toda la parte 3 y en un buen tramo en la parte 4.
El carácter que le falta a Giorno lo tienen el resto de personajes del grupo, tienen sus pullitas entre ellos, hay momentos para el drama y también para el humor; y en esta parte esa dualidad se hace de forma maravillosa pues quieres mucho a los personajes por las tontadas que hacen y sufres cuando les pasan cosas malas.

Los combates mejoran una barbaridad gracias a ser múltiples por ambas partes, sobre todo los 2vs2 y 5vs2 que le añaden una capa muy ingeniosa a la obra y que ya iba faltando por hacerse extremadamente repetitivo el 1vs1.

Y la obra tendrá muchísimos fallos: la pérdida de objetivo a mitad de la aventura, el villano final poco carismático y su rápida intromisión que queda forzadísima su entrada, el abandono de la misión de algunos personajes porque si, las elecciones que realizan los personajes parecen más elegidas por el autor que nacidas de los propios personajes y más; pero todo eso importa poco cuando una obra te hace disfrutar tanto de unas hostias entre personas ficticias.



Parte 6: Incluso las piedras pueden flotar en el oceano
Tras el chasco (para mucha gente) de la parte 5 Araki vuelve a demostrar que no perdido su “toque” y hecha toda la carne en el asador para terminar su icónico universo por todo lo alto: tenemos a la primera jojo mujer, Jolyne, que además es la hija de Jotaro que cual ha vuelto y esta vez con más personalidad que El tipo de los puñetazos, cambio radical de situación cuando somos introducidos en una prisión y, para no dejar nada fuera, Araki retoma a Dio y lo añade mediante un cura homosexual que estaba obnubilado por su magnificencia.



Esta es la saga más brillante, tanto a nivel argumental como de personajes y localización, después de la segunda. Pierde un poco del absurdismo que caracteriza a la serie pero se invierte bien en hacer la construcción de personajes más sólida hasta la fecha, con una Jolyne que acaba de ser traiciona y ha rencontrado a su padre, Hermes y su constante debate por la muerte de su hermana, Foo Fighters y su conversión enemiga-amiga, el cura Pucci y su relación homosexual con alguien que considera Dios, etc. Todos personajes interesantes, todos con sus problemas y cosas a solucionar.
Desde la parte 4 Araki no deja de evolucionar la manera que tiene de crear personajes y en esta saga alcanza un cupo nunca antes visto, dejando una enorme cantidad de personajes para el recuerdo.

La pregunta entonces es ¿por qué ese final? La acción de hacer un segundo universo es rara. Comprendo que lo hace porque quiere continuar con la exitosa saga sin que la continuidad lastime sus trabajos anteriores, pero fuera de lo puramente comercial no lo veo como una decisión coherente, se podría haber continuado hacia el futuro y hacer, aunque sea, una saga más.
El final tiene sentido dentro de la propia parte 6 (y sus anteriores) pero una vez se sale de allí y te vas a las siguientes pues no ya que supuestamente se había hecho para que la familia Joestar no se inmiscuyese en el camino de Dio, cosa en la que se fracasa.

No termino de verlo y me parece una forma artificial de extender la longitud de la obra, cuando hay formas más sencillas como seguir la cronología o simplemente continuar sin el reinicio de universo, total, un agujero más en la obra no se va a notar mucho.



Reflexión final
Jojo es extravagante, es muy raro de leer y la forma de narración tan pesada que maneja no es para todo el mundo. Se basa en la exageración exacerbada, en un dominio de las formas que es muy exigente para el lector, para que no se canse leyendo una y otra vez lo mismo pero que a la vez no esté tan atento como para darte cuenta que lleva 3 capítulos contándote lo de siempre.
No es una lectura para todo el mundo porque la narrativa es demasiado cíclica, es parte de su encanto pero no voy a negar que es tedioso. Se puede valorar como algo propio de época pero como todo, según pasan los años, hay que ir moderando el estilo pues si no se corre riesgo de quedarse desfasado, como le ha pasado en un octava saga.
Y con esto, una vez termine por completo Jojo, hablaré de esta Segunda Fase o universo.

Tras este "pequeño" recorrido por el universo original de Jojo dejo la puerta abierta a hacer una reseña de cada saga, con la calma porque todavía no sé como enfocarlo, pero queda dicho que la haré en algún momento.
Y de paso paso pues tocaré algún tema que quería tratar aquí y al final no lo he hecho porque me he ido por las ramas.
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